LA ERUPCIÓN DE TONGA Y EL SISTEMA DE TELECOMUNICACIONES

Tras una violenta erupción volcánica en Tonga, gran parte de las comunicaciones con los residentes de las islas siguen paralizadas. En nuestro mundo moderno y altamente conectado, más del 95% de la transferencia global de datos se realiza a través de cables de fibra óptica que atraviesan los océanos del mundo.

El siguiente vídeo muestra la increíble extensión de los cables submarinos por todo el planeta, con más de 885.000 kilómetros de cables tendidos desde 1989.

¿Qué pasó en Tonga?

Tonga no se conectó a la red mundial de telecomunicaciones submarinas hasta la última década. Sus islas han dependido en gran medida de este sistema, ya que es más estable que otras tecnologías como el satélite y la infraestructura fija.

La situación en Tonga en estos momentos sigue siendo fluida y aún no se han confirmado ciertos detalles, pero parece que uno o varios procesos volcánicos (como el tsunami, el desprendimiento submarino u otras corrientes submarinas) han roto el cable de fibra óptica de 872 km de longitud que conectaba a Tonga con el resto del mundo. El sistema de cable no fue apagado ni desconectado por las autoridades.

Esto ha tenido un impacto masivo. Los tonganos que viven en Australia y Nueva Zelanda no pueden contactar con sus seres queridos para saber cómo están. También ha dificultado la comunicación entre los funcionarios del gobierno de Tonga y los servicios de emergencia, así como la determinación de las necesidades de ayuda y recuperación por parte de las comunidades locales.

Riesgos para los cables submarinos en otros lugares

Los sucesos de Tonga ponen de manifiesto una vez más la fragilidad de la red mundial de cables submarinos y la rapidez con que puede quedar fuera de servicio.

Los cables se tienden en la distancia más corta (es decir, más barata) entre dos puntos de la superficie terrestre. También tienen que tenderse en lugares geográficos concretos que permitan una colocación fácil, por lo que muchos cables se agrupan en puntos de estrangulamiento. Muchos de estos cables submarinos pasan cerca o directamente sobre volcanes activos, regiones afectadas por ciclones tropicales y/o zonas de terremotos activos.

¿Cómo gestionamos el riesgo en el futuro?

Dada la vulnerabilidad de la red, el primer paso para mitigar el riesgo es emprender una investigación para cuantificar y evaluar el riesgo real que corren los cables submarinos en determinados lugares de los fondos oceánicos y ante distintos tipos de peligros naturales. Por ejemplo, los ciclones tropicales (huracanes/tifones) se producen con regularidad, pero otras catástrofes como los terremotos y las erupciones volcánicas ocurren con menos frecuencia.

Al mismo tiempo, los gobiernos y las empresas de telecomunicaciones deben encontrar formas de diversificar la forma en que nos comunicamos, por ejemplo, utilizando más sistemas basados en satélites y otras tecnologías.